A menudo nos preguntan porque dar. La verdad es que la iglesia es mucho más que mantener las luces encendidas, mantener un edifico. Se trata más bien de adoración, se trata de aprender generosidad. De que realmente nos parecemos más a Cristo cuando damos. Que dar nos posiciona en un lugar particular para seguir recibiendo para seguir dando. Que hay sabiduría en invertir donde realmente cuenta, la eternidad. Por eso tenemos resuelto invertir en la vida de personas, en el evangelio que transforma vidas al servir a nuestra comunidad.
